17 Feb Cómo cuidar una orquídea para que esté sana y con flores

La orquídea es una planta espectacular capaz de llenar cualquier hogar de color y belleza cuando está en floración.

Sin embargo, una vez que sus flores se secan es costoso conseguir que vuelvan a florecer, no tanto por la planta sino por los cuidados (a veces equivocados) que nosotros le proporcionamos.

En el post de hoy vamos a compartir contigo toda la información que tenemos sobre las orquídeas para que consigas mantener las tuyas sanas y con muchas flores.

Tipos de orquídeas que encontrarás en una floristería

La familia de las orquídeas es la que mayor número de especies comprende habiendo más de 30.000 variedades de orquídeas repartidas en todo el mundo.

En el artículo nos limitaremos a mencionar las tres especies más habituales que encontraremos en casi cualquier floristería o tienda.

 

✅ Phalaenopsis

Es la orquídea más popular y podemos adquirirla en cualquier floristería. Las puedes identificar porque sus flores tienen la forma de las alas abiertas de una mariposa.

Además, sus hojas son grandes, alargadas, de un color verde muy vivo y las flores nacen de las varas florales que proceden del tallo central.

Dentro de su especie, las orquídeas Phalaenopsis son las más resistentes y las que menos cuidados requieren, de ahí que sean las más elegidas y favoritas para tener en casa.

 

✅ Dendrobium

Otra especie casi tan habitual como la pahalenopsis es la orquídea Debobrium.

La diferenciamos de la especie anterior porque sus flores son más estrechas y estilizadas acabando en punta.

Otra característica que nos ayudará a identificarlas rápidamente es que sus flores nacen directamente del tallo central, repartiéndose a lo largo del mismo. También podremos encontrar alguna modalidad en la que las flores nacen en la parte superior del tallo, a partir de unas pequeñas varas florales.

Al igual que las Phalaenopsis, las orquídeas Denobrium son de colores lisos o combinados aunque los más habituales son los blancos, rosas o amarillos.

 

✅ Cymbidium

Se trata de una familia de orquídeas de finas y perfumadas flores que nacen directamente del tallo.

En comparación con otros tipos de orquídeas, sus hojas son abundantes y crecen rectas pudiendo llegar a alcanzar los 90 centímetros en contraste con sus pequeñas flores.

Es una planta ideal para cultivar en casa porque requiere de cuidados poco exigentes. Además, esta especie nos permite disfrutar de una larga floración de hasta 10 semanas.

 

Dónde colocar mi orquídea

Para encontrar el sitio perfecto a tu orquídea, lo primero es identificar qué tipo de especie es (Phalaenopsis, Denobrium, Cymbidium…) Si te la han regalado, puedes comprobarlo consultando la etiqueta de la maceta o preguntando en la tienda donde la hayas adquirido.

Es recomendable saber el tipo de orquídea que tenemos porque aunque hay unas características comunes a todas ellas, podremos darles un cuidado más apropiado y especifico si conocemos su especie.

No obstante, estas son las requisitos esenciales que debe reunir el espacio donde ubiques a tu nueva orquídea:

➡ Las orquídeas necesitan estar en lugares con mucha iluminación pero en ningún caso con luz directa. Por tanto, lo ideal es colocarlas cerca de ventanas o terrazas donde no les dé directamente el sol (sus hojas son muy delicadas y podrían quemarse). Una opción para evitar la luz directa es tener cortinas o stores que filtren la luz solar del mismo modo que harían las hojas de los árboles en el habitat natural de las orquídeas.

➡ Estas plantas requieren de sitios con ventilación y aireados. No es una buena idea colocarlas en sitios cerrados o de ambientes muy cargados. Respecto a la ventilación… ¡Cuidado con las corrientes de aire directas! Si las sometemos a corrientes de aire provocaremos una caída prematura de las flores.

➡ Las orquídeas necesitan estar en climas húmedos. Los ambientes resecos provocados por los radiadores o focos de calor no son nada beneficiables para ellas. Una forma de reproducir la humedad que las orquídeas disfrutan en su habitat natural, es colocar un poquito de agua en la maceta y unas piedras encima, de tal forma que evitemos el contacto directo de las raíces de la planta con el agua. Así, disfrutarán de la humedad sin permanecer mojadas.

Por último, recomendamos que coloques tus orquídeas en maceteros o recipientes transparentes para que el sol alcance a las raíces y estas puedan hacer la fotosíntesis. No es un recomendación imprescindible pero si aconsejable.

 

Cómo y cada cuánto regar una orquídea

Una vez que tenemos a nuestra planta colocada en el lugar idóneo para su crecimiento y supervivencia, el siguiente paso es tener claro es cómo y cada cuánto regarla.

➡ Lo ideal es regar a nuestras orquídeas por la mañana o incluso por la tarde, pero tenemos que evitar hacerlo por la noche ya que a este tipo de plantas no les gusta dormir húmedas.

➡ Si vives en una zona de aguas duras, lo mejor es que dejes reposar el agua unos minutos antes de regar la orquídea para que repose y desaparezca el cloro. A este tipo de plantas les conviene el agua blanda de baja mineralización.

➡ Por lo general, la orquídea no necesita de riegos abundantes y será suficiente con regalarla una vez cada diez días en invierno y una vez a la semana en verano. De todas formas, podemos identificar si nuestra planta necesita agua atendiendo a sus raíces: si están verdes significa que está suficientemente hidratada y que no necesita agua. Si por el contrario están blanquecinas, debemos humedecerla hasta que las raíces adquieran su color verde habitual.

➡ Podemos regar una orquídea colocándola directamente debajo del grifo durante un minuto, esperando a que escurra el agua y metiéndola de nuevo en su maceta o tiesto. Otra forma de regalara es sumergiendo la base de la planta en el agua mediante un barreño. Esta última técnica ofrece un resultado mejor porque así nos aseguramos que las raíces de la planta se hidratan al completo. Recuerda comprobar siempre que no quede agua en el platito o maceta. Después del riego, la planta debe quedar bien escurrida para evitar que sus raíces se pudran o enfermen. ¡Así que evita los encharcamientos de agua!

➡ Cuando la riegues, no mojes las hojas. Sólo será necesario humedecerlas en verano cuando el clima sea muy seco y mediante pulverización.

➡ Para que la orquídea crezca fuerte y florezca, lo ideal es utilizar abonos o nutrientes. Ten en cuenta que los recipientes en los que nuestras orquídeas viven son artificiales y de ellos no pueden extraer los nutrientes necesarios para seguir desarrollándose.

Para abonar la orquídea, tendremos que echar unas gotitas del producto en un recipiente de agua y sumergir la planta en él durante dos minutos. Después la podemos sacar, escurrir bien y colocar en su maceta habitual. En Otoño-Invierno abonaremos las orquídeas cada mes y en Primavera-Verano cada 20 días.

 

Cuándo florecen las orquídeas

Cuando una orquídea tienes las condiciones de luz, humedad y riego adecuadas, puede llegar a dar flores incluso más de una vez al año.

Aunque lo más frecuente es que florezcan una vez al año empezando el proceso de floración a finales de invierno principios de primavera. En este ciclo notaremos que nacen nuevas tallos y varas florales.

Sin embargo, cuando nos compramos o nos regalan una orquídea de exuberantes flores, lo habitual es que cuando estas se secan no consigamos que vuelvan a florecer.

Te contamos brevemente los posibles motivos por los que tus orquídeas no dan flores de nuevo:

➡ Iluminación: si la planta no está colocada en un lugar con suficiente iluminación, no florecerá. Te recomendamos que si la tienes situada a dos metros o más de la ventana, la acerques para que reciba más luz. Recuerda que no deben incidir sobre ellas luz del sol directa.

➡ Debes abonar tu orquídea. Sin abono es difícil que tenga los nutrientes suficientes para florecer. Cuando compres el abono, asegúrate de que sea específico para orquídeas.

➡ Para estimular la floración, las orquídeas necesitan cambios de temperatura de hasta 10º entre el día y la noche. Lo ideal sería una temperatura de 20-25º por el día y 10-12º por la noche. En el ciclo de floración (finales de invierno-principios de verano) por las noches puedes mover a tu orquídea a un lugar más fresco y ventilado para reproducir estos cambios de temperatura tan necesarios para ella.

 

Cómo estimular la floración de Orquídeas

 

¡Esperamos que este artículo te haya servido para conocer un poco más a tu orquídea! Si tienes una pregunta o quieres añadir algo, no dudes en dejarnos un comentario 😉